La imagen personal y la marca personal son dos conceptos que si bien pueden estar relacionados, son diferentes, pero las dos son herramientas de comunicación. La imagen personal es nuestra carta de presentación, nuestra apariencia. Se trata de la primera impresión que damos a los demás cuando te ven por primera vez, ya sea en persona o en una foto. Se refiere a cómo nos presentamos físicamente al mundo, cómo nos vestimos, nuestra presencia, la comunicación verbal y no verbal. Por otro lado, la marca personal es una estrategia de comunicación. Es la forma en que nos proyectamos en el mundo profesional y tiene que ver con nuestra personalidad, habilidades, experiencia, trayectoria, nuestra reputación y el valor que ofrecemos. Es cómo nos vendemos a nosotros mismos, nos relacionamos con los demás y cómo nos diferenciamos.

La imagen personal puede cambiar y evolucionar a medida que vamos avanzando en nuestras etapas de la vida, mientras que la marca personal es nuestro posicionamiento, entonces es constante y coherente, diseñada para transmitir un mensaje específico a lo largo del tiempo.

Una buena imagen personal puede captar la atención de los demás, abrirnos puertas, generar buenos vínculos, conectar y establecer relaciones sólidas y duraderas. Una buena imagen personal puede despertar curiosidad por saber más de la persona. Cuando ya hemos logrado despertar el interés en la otra persona, entra en juego nuestra marca personal. Hoy es imprescindible construir, definir nuestra imagen y saber comunicarla. Es una manera de crear nuestro propio sello personal, intransferible y único. La marca personal además, puede ayudarnos a generar una comunidad, tener mayor visibilidad, seguidores o clientes nuevos y puede ser muy útil para lograr nuestros objetivos.

Tu imagen personal es el primer paso para construir tu marca personal.

Publicado en el blog del diario Gestión

En el mundo de los negocios, el networking se ha convertido en una de las herramientas más poderosas para establecer contactos, compartir experiencias y generar oportunidades. Para perfeccionarlo, es importante construir relaciones auténticas, ser selectivos y estratégicos en nuestras conexiones, -no se trata de tener una larga lista de contactos, sino de tener una red de personas influyentes en nuestro sector-, nutrirla y aportar valor a los demás. Pero el networking no se trata solo de intercambiar tarjetas de presentación o de conectar con personas en redes sociales; nuestro objetivo es construir relaciones duraderas. No es una acción puntual, es un proceso continuo que lleva tiempo y paciencia, pero es una herramienta poderosa para abrir puertas. Entonces, ¿Cómo puedo mejorarlo?

Aquí les dejo unos consejos:

• Establece metas claras: antes de comenzar a hacer networking, define lo que quieres lograr con tus conexiones para hacer más efectivos tus esfuerzos. ¿Oportunidades de negocio, desarrollo profesional, mentoría, crecer tu red de contactos? 

• Sé genuino y auténtico en tus interacciones; sé tú mismo y construye relaciones de confianza.
• Establece relaciones a largo plazo: no busques a las personas sólo por interés o para obtener beneficios inmediatos. Mantén el contacto y alimenta la relación. La constancia en la comunicación es clave para mantener relaciones duraderas.
• Sé generoso, ofrece ayuda. El networking no solo se trata de obtener beneficios propios, uno debe estar dispuesto a colaborar con los demás. Busca oportunidades y si tienes la posibilidad de conectar a personas que podrían beneficiarse mutuamente, no dudes en hacerlo. Comparte tus conocimientos, experiencias y recursos con quienes lo necesiten. La mejor manera de cimentar una buena relación es ofrecer ayuda a alguien antes de pedirle algo a cambio.
• Sé proactivo, no esperes a que los demás tomen la iniciativa. Organiza reuniones o actividades relevantes para tu red de contactos, así demuestras tu interés y compromiso para fortalecer tus relaciones.

• Habla menos, escucha más; presta atención y muestra interés genuino.
• Cuida tu imagen, tu lenguaje corporal, tu tono de voz y sé educado. Al conversar con quien no conoces, solicita consejos, no favores. Y mantén siempre actitud positiva.

• Asiste a eventos y conferencias; son una gran oportunidad para ampliar tu red de contactos y establecer conexiones. Investiga sobre los eventos relevantes relacionados a tu sector, aprovecha los momentos de networking y ten listo tu elevator pitch.

• Tu elevator pitch no es tu argumento de venta. No vayas a la venta de inmediato. A nadie le gusta que le vendan algo antes de haber tenido la oportunidad de conversar; primero date a conocer, construye confianza. Tu objetivo es transmitir interés para animarlos a pedir más información sobre ti. Una de las mejores técnicas para ser interesante, es estar interesado en la otra persona.

• Utiliza las redes sociales; aprovéchalas para conectarte con personas y ampliar tu red profesional. Comparte contenido, interactúa para tener visibilidad y convertirte un referente en tu sector. Mantén tu perfil actualizado y destaca tus habilidades y experiencia.
• Sé paciente y persistente: el networking es un proceso gradual y lleva tiempo construir relaciones sólidas, ¡No te desanimes si los resultados no llegan de inmediato!

• Investiga y sé selectivo para establecer conexiones significativas. Enfócate en las personas y en las empresas con las que te gustaría establecer contacto y cómo puedes aportar valor. Si alguien quiere saber más sobre cómo puede ayudarte y te pregunta “¿Quiénes son sus clientes ideales?”, no contestes «cualquiera» o «todos pueden ser mis clientes”. Cuanto más específico seas, más fácil le resultará a otra persona ayudarte. Invierte en vínculos de los sectores en las cuáles aún no tienes conocidos.

El networking exitoso requiere de estrategia. Es eficaz tener un plan de acción específico para cada evento, así lograremos que las personas con las que entremos en contacto, se alegren de habernos conocido.

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Los grupos de interés son un componente fundamental en el desarrollo de la estrategia de una empresa, por ello es importante establecer y mantener una comunicación efectiva con ellos. Los grupos de interés son los actores de la marca, aquellos que tienen relación o impacto en las actividades de una empresa, son las partes interesadas que pueden influir de manera significativa. Los más comunes son los empleados, clientes, proveedores, accionistas, medios de comunicación, gobierno, etc., quienes juegan un papel importante en la reputación y percepción de la empresa. Y cada uno tiene sus propias necesidades y expectativas que deben ser consideradas.

Por ello, es recomendable conocer en profundidad a los grupos de interés porque su influencia puede ser determinante para establecer relaciones sólidas, positivas y beneficiosas para ambos lados. Esto puede ayudar a tomar decisiones más informadas y realizar estrategias de comunicación y relacionamiento transparentes y efectivas.

Conocer a los stakeholders de una empresa es esencial para el éxito y sostenibilidad de la misma, por varias razones:

1. Fortalece la reputación empresarial, lo que ayuda a generar lealtad y confianza. Al conocer a estos grupos, podemos entender cómo perciben nuestra organización y trabajar para mejorar esa percepción y mantener una reputación sólida y una imagen positiva.
2. Identifica requisitos y expectativas de los clientes, y a comprender sus intereses, lo que ayuda a adaptar las estrategias y acciones para satisfacer sus necesidades, por ejemplo, en el desarrollo de productos o servicios nuevos.
3. Gestiona conflictos, porque ayuda a anticiparlos y a mitigar posibles riesgos. Y en situaciones de crisis o controversias, son quienes nos pueden defender o respaldar públicamente a la empresa, ayudando a preservar su reputación y credibilidad.
4. Identifica oportunidades de negocio, pues pueden proporcionar información valiosa de las tendencias, necesidades del mercado o identificar segmentos de mercado que aún no han sido atendidos o que tienen un alto potencial de crecimiento.
5. Identifica oportunidades de colaboración y alianzas estratégicas, lo que ayuda a intercambiar experiencias, conocimiento de recursos, creación de sinergias y a ampliar nuestra red de contactos.
6. Se convierten en embajadores de nuestra marca, porque son quienes promueven y representan los intereses y valores de la empresa, generan confianza y credibilidad en el mercado y pueden compartir sus experiencias positivas.
7. Mejora la toma de decisiones, porque al conocer a nuestros grupos de interés nos proporciona información valiosa para tomar decisiones informadas y acertadas.
8. Construye relaciones sólidas, porque al conocer bien a nuestros grupos de interés, nos ayuda a mantenernos competitivos y crecer en un entorno empresarial complejo y pujante.

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Un evento es una excelente oportunidad para fortalecer la imagen de una empresa, establecer relaciones duraderas o promover la cultura corporativa. La clave para organizar un evento corporativo de alto nivel está en la planificación, la creatividad y el compromiso con la excelencia en cada detalle. Acá les dejo unos consejos que deben tener en cuenta pues no hay una fórmula secreta:

1. Establece objetivos que estén alineados con los valores y la cultura de la empresa, para determinar lo que se quiere lograr con el evento. Esto ayudará a enfocar nuestros esfuerzos y tomar decisiones acertadas.
2. La planificación exhaustiva es clave. Una buena organización con un equipo de trabajo competente y dedicado es otro aspecto fundamental para lograr un evento impecable. La agenda para el día del evento debe ser detallada, un guión con horarios, tiempos, acciones y responsabilidades que debe tener cada una de las personas involucradas. Además, es esencial contar con un plan de contingencia, los imprevistos nunca faltan, así que tengan listo su plan de acción para tomar decisiones rápidas y efectivas.
3. Conoce a tu público, sus preferencias, intereses y expectativas, para diseñar un evento que sea relevante y atractivo para ellos, adaptado a sus gustos.
4. La elección del lugar es crucial. Debe estar alineado con la imagen de la empresa, acorde al tipo de evento que se quiera realizar y al perfil de los invitados. Debe ser un espacio sobresaliente, accesible, con buena ubicación y que cumpla con los servicios requeridos a cargo de profesionales especializados en la realización de eventos corporativos.
5. Los detalles marcan la diferencia, ¡Piensa en ellos! Desde la decoración, ambientación, comida, bebida y atención eficiente. Cada detalle cuenta para crear experiencias únicas y de alto nivel. Además, es importante tener en cuenta los requisitos especiales, como dietas específicas o accesibilidad para personas con discapacidad.
6. Agégale contenido de valor para que sea relevante e inspirador. Un ejecutivo quiere asegurarse de asistir a eventos para compartir experiencias y mantenerse actualizado. Crea un programa atractivo que tenga buenos speakers, conferencias de alto nivel, asistencia de personalidades y que tenga espacios de diálogo para tener oportunidades de networking.
7. Fomenta las oportunidades de networking entre los asistentes. Los invitados deben ser parte activa del evento, así que establece espacios que promuevan la interacción entre los participantes y facilite las conversaciones. Recuerden que un ejecutivo debe aprovechar al máximo estas oportunidades para establecer relaciones y ampliar su red de contactos.
8. Personaliza la experiencia para que el evento sea memorable y destaque por ser creativo, innovador. Esto ayudará a fortalecer vínculos con ellos.
9. Para lograr la convocatoria deseada, es necesario tener una estrategia de comunicación sólida y personalizada con un mensaje claro y motivador donde se resalten los beneficios de asistir al evento y así generar interés.
10. Ten feedback para aprender de la experiencia, identificar áreas de mejora y puntos fuertes para el próximo evento y así seguir superando las expectativas de nuestros stakeholders.

En la actualidad, las redes sociales se han convertido en una parte integral de nuestras vidas y parece que si hoy no estás en redes sociales, no existes. Son una realidad que no debemos pasar por alto, pues se han convertido en una herramienta relevante para relacionarnos con nuestros stakeholders. Por eso, primero hay que planificar y desarrollar una estrategia de contenido y visibilidad. Si bien existen muchas opciones de estas plataformas digitales, es importante —dependiendo de cuál sea nuestro tipo de negocio— analizar en cuáles debemos estar. La más adecuada es donde está tu público objetivo y cada una de ellas tiene una personalidad propia según el perfil del usuario. Por eso, debemos saber dónde encajamos, para preparar exitosamente nuestra estrategia de marketing y comunicación.

Estas plataformas digitales han dado lugar a estereotipos comunes que influyen en nuestra percepción y que podrían contribuir en la forma en que nos relacionamos en ellas. Para entenderlo mejor, hicimos un sondeo sobre la personificación de las redes sociales para generar conexiones y construir relaciones auténticas. Es importante tener en cuenta que la percepción puede variar de una persona a otra, pero al hacer el ejercicio, encontré muchas similitudes:

Facebook: es una señora mayor, sociable, entretenida y conservadora. ¡Tiene nietos! Le gusta publicar fotos de sus viajes y está orgullosa de sí misma, de sus hijos y de sus logros.

Instagram: ella es una emprendedora de 30 años, regia, extrovertida, alegre, moderna y libre. Amiguera, le gusta ser visible, contar su vida y busca la aprobación de los demás. Le gusta viajar y salir de noche. Es, como dice la generación Z, “manyada”.

LinkedIn: es un business man con experiencia, tiene MBA y trabaja en una empresa importante. Busca conectar con las personas para hacer negocios y networking. Es vanidoso, orgulloso de sus logros, serio, competitivo y no tiene sentido del humor.

Pinterest: ella estudia diseño, es artista, creativa, innovadora. Está al tanto de las tendencias, le gusta ayudar a las personas, da consejos y tiene tips con buenas ideas. Es ordenada, especialmente dentro de su casa.

TikTok: es una adolescente, extrovertida, moderna, e inquieta. Disfruta del humor, la interacción y contenidos ligeros. Es superficial, no le gusta estudiar ni leer y está todo el día pegada a las redes. Le gusta bailar y tener visibilidad. Sale con todos, no tiene compromisos. Es rebelde y dice lo que siente, sin filtro. Quiere comunicar mucho pero dice poco.

Twitter: es opinólogo con presión arterial alta, que le gusta estar al día de las noticias sobre todo de política. Es “hater”, troll, criticón, amargado, provocador, reactivo, sin filtro, sin límites y a veces mentiroso. Poco tolerante, busca la controversia y no deja de pasar ni una discusión. Mientras más polarizada, más le gusta.

YouTube: él tiene de 38 años, es tímido, introvertido, apacible y no muy amiguero. Le gustan los videojuegos y el cine. Es culto, curioso, le apasiona la historia y nutrirse permanentemente, aprender cosas nuevas. Es generoso, le gusta compartir lo que sabe, es entretenido.

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