Ante la globalización y permanente intercambio económico comercial entre países, las relaciones interpersonales se han convertido en un medio eficaz para facilitar acuerdos entre las partes. Para ello, hay cinco ingredientes básicos para llevar a cabo un relacionamiento exitoso:
1. La relación: Es el primer paso. Esencial para encontrar vínculos de asociación con las personas interesadas para llegar a ellas y eso tiene un valor. La capacidad de generación de contactos es una fortaleza, por eso es bueno construirlas a largo plazo.
2. Influencia: Es la etapa donde comienzas a construir vínculos con las personas. Está presente en todas las relaciones, contribuyendo al proceso de integración con los stakeholders. Nos ayudan a acortar el camino para lograr nuestros objetivos.
3. Creatividad: Es desarrollar acciones para acercarnos, relacionarnos y/o fidelizar a nuestros grupos de interés. Realicemos iniciativas personalizadas, para estar presentes y mantener “viva” la relación con gestos genuinos. ¡No llamemos sólo a pedir favores!
4. Dependencia: Es aquí donde encajan los intereses. En el mundo de los negocios es difícil encontrar relaciones desinteresadas. Muchas veces dependemos de la disponibilidad de agenda, favor del otro lado para recibirte, identificar la oportunidad para generar un win – win.
5. Confianza: Es el ingrediente de la mezcla más valorado de todos. Fundamental en las relaciones interpersonales para facilitar que las cosas fluyan en la dirección deseada. Genera seguridad.
Publicado en Diario Gestión