Todo comunica. Las señales no verbales fortalecen el sentido del mensaje y son mucho más importantes de lo que uno cree. Esto es una gran ventaja –si lo hacemos bien- porque abre paso a tener una mejor comunicación y una conexión auténtica para establecer vínculos de confianza. Por eso, es fundamental estar alertas a nuestro lenguaje corporal para transmitir mensajes precisos.
La manera en que hablamos o caminamos, los gestos, las posturas, las miradas, la respiración, podrían condicionar la forma en que nuestra comunicación es percibida. Son señales que pueden influir en el atractivo interpersonal, en generar un ambiente propicio para el diálogo, incluso pueden ser un factor determinante en el proceso de una negociación.
Una adecuada comunicación no verbal permite afianzar relaciones y generar confianza con nuestros stakeholders, facilita una mayor cercanía y refuerza los vínculos. En el mundo laboral, los flujos de comunicación tienden a ser jerárquicos y formales, pero cuando existe un lenguaje corporal apropiado –coherente con el discurso- las reuniones suelen tener mejores resultados.
Acá algunos tips para generar buenos vínculos sean de forma presencial o virtual:
La sonrisa genuina: es el empatizador más rápido que tenemos y es un atractivo natural que genera apertura. Una sonrisa amigable transmite confianza y amabilidad, facilita la comunicación y ayuda a establecer una conexión más rápida con los demás.
El contacto visual: es una señal de atención e interés hacia la otra persona. Mirar a los ojos de la persona con la que estás hablando, demuestra respeto y contribuye a la construcción de confianza.
Escuchar activamente: prestar atención, demuestra que estamos comprometidos con la conversación, que valoramos sus opiniones y que estamos abiertos al aprendizaje. Demostrémosle interés y apertura al diálogo.
Gestos apropiados, de inclusión: utiliza gestos y expresiones positivos para demostrar receptividad, empatía y entusiasmo, como asentir con la cabeza, tener actitud de apertura, sonreír. Evita gestos como fruncir el ceño, cruzar los brazos, encoger los hombros… Los gestos pueden ser una forma efectiva de comunicación y de construir vínculos positivos.
Tono de voz: es la manera en que uno se expresa. El tono identifica la actitud que uno tiene hacia los demás.
El silencio: el silencio comunica y puede expresar tanto o más que las palabras. Nuestros mensajes no sólo están compuestos por lo que decimos sino también por lo que no decimos. El silencio permite la reflexión y en la comunicación interpersonal podemos asegurarnos de haber entendido el mensaje.
Contacto físico adecuado: es vital respetar una distancia interpersonal apropiada y al saludar o despedirnos, que el aprentón de manos sea firme y seguro. Por supuesto, siempre respetando las preferencias personales y culturales de los demás.
Utiliza estos consejos de manera adecuada y en combinación con una comunicación verbal efectiva, podremos establecer relaciones de confianza y generar vínculos más estrechos.
Publicado en el blog del diario Gestión