“¡No queremos protocolo!” es lo primero que me dicen cuando converso con ellos. Estos chicos de 25 años en promedio, han crecido en un mundo digitalizado y globalizado, dominados por la velocidad e inmediatez. Multitaskers, impacientes, informales y disruptivos, no les gustan las reglas jerárquicas del mundo corporativo y son rebeldes a la autoridad. Hoy no solo asumen un rol importante en la fuerza laboral, sino que también están incluidos en la alta dirección y los procesos de toma de decisiones clave en las empresas.

¿Cómo conectarnos con esta generación acostumbrada a interactuar a través de medios digitales? Lo primero es saber que sí les gusta relacionarse y son conscientes que las relaciones públicas les da la exposición que necesitan para lograr sus objetivos profesionales. Saben que el networking es fundamental para compartir y conocer personas interesantes. Los millennials disfrutan vinculándose también con el más alto nivel empresarial y no se resisten a acercarse a grandes ejecutivos, porque sienten que los forman y les dan visibilidad; para ellos es un valor agregado. Si les hablamos en sus mismos códigos, se sienten más cómodos y esto nos ayuda a producir un primer vínculo y ganarnos su confianza.

Entonces, a través de una estrategia de relacionamiento, conquistemos a esta generación que quieren cosas diferentes, que les gusta hacer valer sus necesidades individuales y sobre todo que tienen la palabra “next” en la punta de la lengua. ¡Se trata de una generación que sale del patrón pero que nos aporta muchísimo!

Publicado en Diario Gestión