Si bien durante la pandemia muchos de nosotros hemos estado muy vinculados con nuestros Stakeholders, compartiendo la misma lucha por la supervivencia, en algún momento nos hemos preguntado: ¿Qué pasará cuando termine la pandemia?, ¿Cómo será el comportamiento de las personas, de nuestros clientes, de nuestros grupos de interés? Preguntas difíciles y sin respuesta… al final, algunas conductas volvieron a ser como antes, otros se están transformando y otros quizás desapareciendo. La pregunta debería centrarse más bien en cómo ofrecerles lo que están buscando. Entonces, ¿Cómo nos reconectamos ahora que estamos saliendo del “modo zoom”? Los hechos hablan y durante la pandemia hemos tenido que reinventarnos, salir de nuestra zona de confort y el teletrabajo –como ya lo hemos dicho- el trabajo híbrido determinó una nueva forma de relacionarnos, de comunicarnos.
Hoy, es un deber estrechar relaciones con nuestros clientes. Una de las lecciones que nos dejó sobre este tema Steve Jobs, es la necesidad de las empresas de tener muy cerca a sus clientes: “Tan cerca que les tengas que decir lo que necesitan antes de que se den cuenta por sí mismos”.
La conexión emocional marca la diferencia. En momentos difíciles, un acercamiento adecuado a un cliente, puede generar sentimientos de confianza y lealtad. La clave para conectarse con ellos es ser sensible a sus necesidades. Si ofrecemos experiencias y servicios con preocupación sincera, se cultivan relaciones más personales, vínculos generados desde la empatía, más que de los negocios. Una buena experiencia, siempre está en la relación con las personas, sea de manera física o virtual. Como me dijo una vez un ejecutivo “Hoy, si logras generar un vínculo a través de la pantalla, se fortalecen presencialmente”.
Fortalecer los vínculos es trascendental para el desarrollo de un negocio y para mantener buenas relaciones, las marcas deberán esforzarse en encontrar nuevas formas de ofrecer valor. Hacer uso de los canales virtuales y de la creatividad, con el fin de ofrecer experiencias diferentes y cautivadoras, es esencial para las empresas del mundo actual. Y fomentar la insustituible y poderosa fuerza de las relaciones presenciales.