Como sabemos, una persona influyente es alguien que tiene una gran capacidad para inspirar y motivar a los demás, generando un impacto positivo en la vida personal y profesional de las personas. Su habilidad para conectar, construir relaciones sólidas y motivar a otros a alcanzar sus metas, es lo que las diferencia de los demás. En el ámbito de los negocios, es importante identificar quiénes son los stakeholders clave de la empresa y cuál es su influencia en la organización para gestionar adecuadamente sus intereses y mantener una relación sólida con ellos. Si bien las personas influyentes pueden variar según el contexto y el círculo en el que se desenvuelven, son todas diferentes a nivel individual, pero comparten algunos rasgos comunes que las hacen tan inspiradoras:
Carisma, una cualidad esencial para ser una persona influyente. Ellas tienen energía positiva y suelen tener una personalidad que atrae y cautiva a los demás.
Empatía, porque las personas influyentes tienen la capacidad de ponerse en el lugar de los demás. Son capaces de entender las emociones y necesidades, lo que les permite conectar a un nivel más profundo.
Autoconfianza; las personas influyentes creen en sí mismas por eso tienen la habilidad para influir en los demás. Su confianza es contagiosa y tienen la capacidad de dar pasos audaces para lograr lo inalcanzable. Creen en su propio poder para alcanzar sus sueños y saben que los demás pueden lograrlo también.
La comunicación es efectiva porque son buenos comunicadores, lo que les permite conectar con los demás y transmitir su mensaje de manera clara y seductora. Los influyentes saben cómo apelar a la mente y al corazón de las personas.
Son grandes oyentes, por eso comprenden las necesidades de los demás, lo que les permite adaptar su enfoque y persuadir de manera eficaz sus comentarios y consejos.
Conocimiento y experiencia porque son expertos en su campo y referentes en el sector al que pertenecen, lo que los respalda como personas influyentes. Están en permanente búsqueda de conocimiento y bien informados de lo que sucede a su alrededor, por eso inspiran en las conversaciones.
Actitud positiva y optimismo para generar influencia en los demás. Enfocan su energía en las soluciones en lugar de los problemas. Su optimismo y resiliencia les permite enfrentar los desafíos con determinación y aprender de sus fracasos para seguir adelante. Las personas influyentes no se desaniman ni dejan pasar oportunidades; más bien, sacan lo mejor de ellas.
Liderazgo, porque las personas influyentes son líderes naturales. Tienen la capacidad de guiar a los demás y motivarlos a alcanzar sus metas. Saben empoderar a otros inspirándolas a tomar acción en sus actividades.
Saben adaptarse a diferentes situaciones. Estas personas tienen la capacidad de comprender y respetar las diferencias individuales, ajustar su enfoque según las necesidades de los demás y sacar lo mejor de cada interacción. Por eso, los líderes influyentes son expertos en el arte de gestionar conflictos.
Son generosos con su tiempo, recursos y conocimientos. Comparten sus experiencias y ayudan a otros a tener éxito sin esperar nada a cambio. Su generosidad les permite construir conexiones auténticas y duraderas.
Integridad porque son éticos y honestos en sus acciones y decisiones, lo que les permite ganarse la confianza y el respeto de los demás. Por encima de todo están los valores; las personas sinceras muestran confianza genuina. Si no hay confianza, la relación no existe, la integridad lo es todo. Tenerla nos abre puertas.
Saben aprovechar su red de contactos porque son hábiles para establecer y mantener relaciones sólidas y a largo plazo. Saben agregar valor a los miembros de su red, comparten experiencias y están en permanente búsqueda del win – win entre las partes.
Sentido del humor, que es una cualidad cada vez más valorada en las personas y los influyentes lo tienen. Más allá de reducir el estrés, libera tensiones, nos nutre de pensamientos positivos, lo que hace que la comunicación fluya y logren mejores vínculos con las personas.
Muestran gratitud. Las personas influyentes no olvidan la ayuda que reciben de los demás. Siempre que sea posible, también corresponden devolviendo el favor.
Publicado en la Revista Stakeholders