Sabemos que el networking es una de las prácticas más relevantes en el mundo de los negocios y aunque parezca una actividad sencilla, es una tarea que tiene grandes retos.
Networking is working no es solo una frase de moda; es un principio fundamental para lograr el éxito. El networking se planifica con mucho esfuerzo, no basta solo conocer personas o intercambiar tarjetas de presentación en eventos. Se trata de crear un ecosistema de conexiones genuinas que potencien nuestro crecimiento. Recordemos que en los negocios, las relaciones son tan valiosas como los recursos mismos. Cada persona que conocemos puede convertirse en un aliado estratégico, un mentor o incluso un cliente y muchas de las oportunidades surgen a través de referencias y recomendaciones.
¿Por qué decimos que networking is working? Porque sembrar relaciones no es una actividad del momento, sino más bien un proceso continuo. Para construir y mantener una red de contactos sólida, debemos saber que esto requiere de un considerable esfuerzo, de ser generosos con nuestro tiempo para compartir experiencias, dialogar, comunicar nuestros intereses, intercambiar ideas, tener empatía con los miembros de tu red, estar visibles en las plataformas digitales, darnos espacios para un café…. Es trabajar la red permanentemente pero sobre todo, tener la voluntad para generar y construir vínculos a largo plazo.
Para conectar, fortalecer relaciones y construir confianza, es bueno tener un plan de trabajo y enfocar nuestros esfuerzos en los principales grupos de interés. No existe una “talla única”, cada persona tiene sus propias necesidades y expectativas, su propio ritmo, su propia personalidad. La clave está en descubrir la estrategia de networking que se adapta mejor a cada uno. Entonces, es fundamental tener un conocimiento profundo de nuestros stakeholders y diseñar una estrategia de relacionamiento “hecha a la medida”: cada uno de ellos requiere un enfoque diferente en la interacción. Mientras más precisos seamos, más beneficiosas serán las relaciones que contribuirán al éxito del negocio.
Evaluemos el canal de comunicación según sus preferencias: ¿Whatsapp, videollamada, presencial? Y si es presencial, que el encuentro sea según los gustos de cada uno: elijan el lugar y el entorno adecuado para la reunión. Algunos prefieren reunirse fuera de la oficina, hay otros que optan por un almuerzo, hay quienes con café, quiénes con un vino al final del día y quiénes prefieren una cena informal. Adaptarse, hará que la reunión sea más grata y productiva. Si la reunión es fuera de la oficina, debe ser un lugar donde el invitado se sienta cómodo y permita conversar. Para lograr esto, observen el comportamiento previo, presten atención permanentemente y apúntenlo si es necesario. Conozcan sus intereses, preferencias, sus gustos. Adaptarse a ellas, tiene un valor altísimo y ayuda a garantizar relaciones exitosas.
Y es que de eso se trata el networking, de conectar, estrechar relaciones y construir una red de contactos para enriquecer nuestro crecimiento personal y profesional. Y ser conscientes que debemos saber también lo que ellos quieren, no sólo solo decirles lo que queremos o lo que podemos obtener. Los contactos están para apoyarlos y ayudarlos. No existe el networking en una sola dirección. Un intercambio productivo es aquel que fluye por ambos lados para beneficio mutuo. No se trata de dar sólo a quienes nos pueden devolver el favor, sino de ayudar desinteresadamente a quien necesite apoyo y, eventualmente, esa ayuda regresa. En una red de contactos hay oportunidades para todos. Si sólo se piensa en salir beneficiado uno mismo, nadie obtendrá nada. Se trata de un networking generoso que intenta agregar valor y hacer cosas por los demás, es estar atento a las oportunidades y hacer que las cosas sucedan.
Otro aspecto que debemos tener en cuenta es que el networking no solo se trata de conectar personas entre sí, sino de posicionarlas, de darlas a conocer, de comunicar sus fortalezas, destacar sus habilidades, lo que les apasiona, lo que les interesa… Así que antes de generar el vínculo entre las partes, tengamos claro el mensaje que queremos transmitir, resaltando la profesión a la que pertenecen y posicionarlos en su sector.
A medida que expandimos nuestra red, también accedemos a conocimientos, recursos y oportunidades que pueden ser determinantes para nuestro desarrollo. Compartir experiencias con otros profesionales nos enriquece y nos prepara para enfrentar desafíos. Otro aspecto vital es la confianza que se genera al establecer conexiones auténticas. En un mundo cada vez más digitalizado, donde las interacciones pueden parecer impersonales, la capacidad de conectar a nivel humano es invaluable.
El networking exitoso depende de uno mismo. Invertir tiempo en networking no es solo recomendable; es esencial.
Publicado en Revista VISIÓN Chile