¿Por qué las personas tímidas acaban siendo los ejecutivos con más éxito en las empresas?
Las personas introvertidas se caracterizan por ser poco sociables, suelen estar con frecuencia pensativos y son muy reservados. ¡Pasan desapercibidos!
Sin embargo, estas características, se convierten en fortalezas para el líder de una compañía y son ellos quienes reconocen su verdadero potencial: Un ejecutivo introvertido, es más observador, reflexivo y perceptivo. Analiza siempre desde el silencio el lenguaje corporal y no verbal de sus empleados y cuenta con mayor información de quienes están cerca, pero no al revés.
Se conocen a sí mismos, por lo tanto, son más consistentes en sus decisiones y son muy efectivos en dar soluciones a los problemas. Tienen mayor resistencia ante las dificultades y contratiempos.
Más allá de esto, la habilidad predominante que tiene este perfil de empresarios, es que no hablan de más, aprovechan mejor las oportunidades, optimizan sus tiempos haciendo que los comités y reuniones se reduzcan al mínimo, se enfocan mucho en obtener resultados y no se detienen hasta lograr sus objetivos. Dadas estas características, tienen mucha destreza para negociar.
Y como buenos líderes introvertidos, pueden lograr el máximo rendimiento de sus empleados proactivos porque les da lugar que a que dialoguen con él y los escucha con atención. Esto hace que tengan un buen vínculo con ellos, consiguiendo que se sientan valorados y motivados para trabajar con mayor disposición. Les da la oportunidad de crecer más rápido porque delega las responsabilidades y eso les da seguridad.
Publicado en Diario Gestión